Fauna y flora

Fauna y flora

Fauna i flora

Aunque las playas del municipio de Palma son urbanas y tienen un uso fundamentalmente lúdico, no tenemos que olvidar que son espacios naturales que compartimos con muchos otros seres vivos desde hace centenares de años. A pesar de que son ecosistemas donde conviven los usos sociales y lúdicos que ejercen una fuerte presión antrópica, encontramos hábitats y especies protegidas por la directiva de hábitats y especies que merecen especial atención.

La costa rocosa acoge comunidades y especies vegetales adaptadas a condiciones de salinidad, oleage y viento, con presencia de saladinas e hinojo marino, entre otras. También encontramos el lirio de mar (Pancratium maritimum) que florece a finales de verano.

La zona del Carnatge cuenta también con un gran interés naturalístico. Aquí se conservan las comunidades vegetales de litoral rocoso que estaba presente en otro tiempo en toda la orilla del mar de la bahía de Palma. En la zona se han citado especies de gran importancia y singularidad: sabinas que constituyen el último sabinar del municipio, gatovells (Launea cervicornis) y una planta endémica que en Mallorca sólo se encuentra en este lugar: Helianthemum marifolium subsp. origanifolium, catalogada en peligro de extinción.

Gran número de aves marinas son sisitantes habituales de la costa, entre los que destacan la gaviota corsa de Larus audouinii, la pardela Puffinus mauretanicus, la pardela balear Calonectris diomedea y el cormorán Phalacrocorax aristotelis.

Las praderas de Posidonia oceánica son el refugio de muchas especies de peces, estrellas de mar y nácares (Pinna nobilis). Los llamados algas tienen un papel importante en mantener una buena calidad y transparencia del agua porque retienen sedimentos en suspensión y emiten oxígeno. También contribuyen a manener la línea de costa y evitan la erosión de la arena mediante la deposición de los restos de hojas y rizomas en las orillas de las playas. Juegan un papel cabal en la lucha contra el cambio global porque retienen gran cantidad de carbono en sus arrecifes durante siglos e incluso milenios.

Este hábitat se encuentra gravemente amenazado por la presión humana y en retroceso a la bahía de Palma. Las aguas ricas en sedimentos y nutrientes que se abocan a la bahía son responsables de parte de este deterioro. Asó como también, impactos más puntuales como la construcción de infraestructuras y el fondeo de embarcaciones sobre las praderas de algas.

En el Atlas de las Praderas Marinas de España  publicado por el IEO el año 2015, se pone de manifiesto: "El caso de la pradera de Posidonia oceánica de la bahía de Palma de Mallorca es probablemente, el caso más destacable de regresión y deterioro de este hábitat prioritario en Baleares, y también uno de los más destacables de la costa mediterránea española".

En los últimos años se produce un desequilibrio en el medio ambiente que afecta a muchas de estas especies, algunas de las cuales sufren aumentos considerables de población como las medusas, y más concretamente la  Pelagia noctiluca, que aparece ocasionalmente en grandes grupos un par de veces al año en las Islas Baleares. 

Fecha última modificación: 30 de mayo de 2023

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